
Biblioteca de clásicos (II)

Mi colección de Mumins al completo
Por Ana López
“Toda relectura de un clásico es una lectura de descubrimiento como la primera”
Italo Calvino, Por qué leer los clásicos.
En esta segunda entrega de mi biblioteca de clásicos, después de haber recorrido en la anterior algunos de los clásicos infantiles y juveniles que comenzaron a formarla, me gustaría escribir sobre esa sección vacía que mencionaba Italo Calvino, esa sección que dejamos desocupada durante un tiempo, nunca sabemos cuánto, a la espera de alguna sorpresa o descubrimiento inesperado que encuentre su sitio en ella.

Los Mumin y la gran inundación
El descubrimiento, en este caso, tardó unos años en llegar y lo hizo disfrazado de relectura. A finales de 2017, una pequeña noticia acerca de una exposición dedicada a Tove Jansson despertó en mí la nostalgia por algunas lecturas de mi infancia, y me decidió a rescatar de las estanterías la antigua colección de libros de los Mumin. La relectura de los dos títulos publicados por Noguer a finales de los años 70 (La familia Mumin y La familia Mumin en invierno) me llevó de vuelta de manera tan repentina, inesperada y gozosa a aquel mundo creado por la autora finlandesa, que no pude más que buscar el resto de los títulos que había por casa para volver a leerlos, emprender la búsqueda por las bibliotecas públicas madrileñas de los títulos que no se habían publicado en mi infancia, hacerme con una biografía de Tove, devorarla, difundir mi descubrimiento a diestro y siniestro y organizar un viaje a Finlandia para visitar el único museo Mumin del mundo. A veces la literatura causa este tipo de locuras…
Al releer los Mumin redescubrí su mundo. Un mundo donde los niños pueden vivir grandes aventuras y los adultos encontrar bellísimas historias que tratan de las relaciones humanas, del paso del tiempo, de cómo crecemos. Como adulta, descubrí en los Mumin ‘tardíos’ (Papá Mumin y el mar y Finales de Noviembre) dos relatos delicados y hermosos cargados de desolación, pero también de esperanza, que llegaron en el momento justo y por derecho propio se ganaron un lugar en mi biblioteca de clásicos. Y también descubrí a una escritora, ilustradora, pintora, dibujante, viajera, muy viva y humana, a una persona fascinante.

La colección completa de los Mumin ha sido editada en España por Siruela
Sirvan de cierre y, espero, que también de acicate para la curiosidad de otros lectores, las palabras que le dedicó Philip Pullman, autor de La Materia Oscura (la traducción es mía): “Tove Jansson tenía un genio sutil. Estas sencillas historias nos hablan con emociones profundas y complejas, sin igual en la literatura para niños o para adultos.” (Tove Jansson was a genius of a very subtle kind. These simple stories resonate with profound and complex emotions that are like nothing else in literature for children or adults)