
No está de moda pasear con un libro bajo el brazo
No está de moda/
pasear con un libro bajo el brazo/
tal vez nos asquee su textura compacta/
quizás su energía temible,/
su singularidad vertiginosa/
y así avanzamos, livianos/
milagrosamente grávidos/
sin más palabras que aquellas/
que pesan en la mente como hojas mojadas/
despojados del verso estéril/
de la prosa abominable/
del ensayo y sus vericuetos/
de herida sin carne/
sin sabernos condenados/
en nuestra certeza sin ficciones/
en nuestra gravidez sin amarres/
a la mezquindad de un Ulises/
que pierde Ítaca por no emprender el viaje.