En la Orilla (2) Reflexiones estivales sobre promoción de la lectura

Javier Pizarro, El Asombrario

Siguiendo con el tema que introducíamos hace unos días, hoy escuchamos la opinión de Javier Pizarro. Reflexiones vibrantes para estos días sin nubes.
En mi opinión, el problema principal es que no se lee nada. No leemos los adultos, no leemos los maestros, no leen los presidentes de gobierno, nadie lee salvo aquellas cosas que saltan por nuestras pantallas digitales… y aún así queremos que las niñas y los niños lean.
Les leemos desde que son bebés, les contamos y compramos cuentos porque queremos que sean lectores, porque son bonitos y en estos tiempos están más de moda que nunca y porque tenemos prisa para que aprendan a leer lo antes posible. Si pueden aprender a los cuatro, mucho mejor que a los cinco. Aunque el currículum del ministerio y de mínimos solo pide que las niñas y niños empiecen con la lectorescritura hasta los seis años. Pero si mi hijo lee antes que el tuyo, chincha-rabia, mi hijo es más listo.

PERO pobres cuando las criaturas empiezan a leer, porque desde ese momento se les abandona a su suerte. Se les deja de leer cuentos, se les deja de comprar álbumes ilustrados aunque sigan siendo bonitos y sigan estando de moda. Ahora que sabes leer tienes que leer a Neruda, Baroja y compañía. Y ya no compartimos momentos de lectura con ellos, no comentamos tramas, no mostramos interés y no somos ejemplo. Lee, lee, LEE, LEE TODOS LOS DÍAS UNA PÁGINA, sin preocuparnos por que, no ya que disfruten lo que leen, sino para que lleguen a entenderlo. LEE, LEE, ¿YA HAS LEÍDO HOY? Lo que tiene que ser algo placentero se convierte en una tortura.
Para leer con soltura, independencia y con placer hay que entrenarse. Es como querer correr una maratón sin haber entrenado y encima querer disfrutar la carrera. Leer es igual. Hay que entrenarse, hay que leer e ir subiendo niveles, sin abandonar nunca por donde empezaste y los que fueron tus primeras referentes. Hay que seguir leyendo álbum ilustrado, les tenemos que seguir leyendo libros, nos tienen que ver leer.
Es verdad que hay pocos referentes de chicos lectores, que las mujeres nos llevan ventaja, pero no vamos a echarles encima la culpa a ellas, otra culpa más, no por favor. Ya que soy vosotras las que más leéis, vamos a ver qué leéis, vamos a descubrir a las autoras, vamos a descubrir libros donde vosotras soy las protas, pero protagonistas que se alejen de los tópicos y del amor romántico. Y vamos a buscar a los lectores masculinos y los vamos a integrar y a arropar y les vamos a ‘entrenar’.
Si queremos que los niños y niñas lean, tenemos que leer, tenemos que ir a espacios públicos de lectura, ferias, librerías y dejarles que unas veces elijan ellos, otras los libreros o bibliotecarios y otras nosotros y compartamos esos momentos. Si solo queremos que LEAN, LEAN, pero sin compartir, sin leer, sin reírnos, sin obtener placer, pocos lectores vamos a hacer.
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A FIN DE CUENTOS