«Este lugar, un pinar, un lugar del bosque, se ha convertido en un lugar sagrado»

Entrevista a Federico Martín,  miembro de la Asociación Cultural Pizpirigaña,  que desde hace 15 años organiza los Encuentros de Animadores a la Lectura en el bosque de Riocantos (Arenas de San Pedro)

La ilustradora Leticia Ruifernández, Joaquín Araújo y Raúl de Tapia, tres de los invitados este año a las Jornadas de Pizpirigaña.

En Federico Martín (Poyales del Hoyo, 1945) todo es desmesura: desmesura de entusiasmos, desmesura de afectos y desafectos, desmesura de memoria;  desmesura de energía en su cuerpo enjuto, desmesura de libros leídos y no olvidados, desmesura de amigos encontrados a lo largo de una vida que ha hecho orbitar entorno al libro y la palabra; desmesura de ocupaciones y vocaciones (crítico, narrador oral, estudioso, poeta, maestro, hombre de teatro…) Y yo, que por primera vez acudo al Bosque, a su Bosque Sagrado de Riocantos en Arenas de San Pedro, asisto admirada al despliegue de una personalidad tan magnética. 

-¿Qué es Pizpiragaña, cómo definirías este frenesí libresco?⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀

-Pizpirigaña es un movimiento de renovación pedagógica donde maestros, bibliotecarios, escritores de literatura infantil y juvenil nos agrupamos para fomentar la creación literaria y la animación lectora. Este grupo, como bien te digo, lo forman maestras y maestros licenciados, bibliotecarios, profesionales entorno a la literatura y también, por supuesto ilustradores y creadores. 

Este año el Encuentro se ha celebrado durante los días 30 y 31 de mayo y 1 y 2 de junio

-¿Qué queréis ofrecer a los que se acercan a estas Jornadas de Animación Lectora? 

-Nosotros queremos que Arenas sea nuestra madre literaria porque aquí venimos a alimentarnos para todo el año;  alimentarnos juntos para luego  formar grupos de trabajo en la biblioteca escolar. Arenas es leer libros juntos, analizarlos juntos y recrearlos juntos. 

-En Pizpirigaña el término de prescripción lectora está proscrito. Porque de lo que se trata es de animar a leer, ¿no?

-Animar, animar a leer.  Animar que, como sabes, viene de alma, no de acción.  Las gentes que aquí vienen son gentes que acercan libros y se los entregan a los niños. Son estrategas de entregar libros, no de vender libros, no de obligar a leer. Hay unas técnicas ya muy favorecidas por autores como Gianni Rodari,  como Mario Lodi, Ana Pelegrin, Felicidad Ortín o Federico Martín, que llevan años y años formando a maestros y bibliotecarios, ilustradores y escritores entorno al libro.

Federico Martín y su inseparable maleta

-Los estudios sobre índices de lectura nos alertan cada año que los niños y especialmente,  los adolescentes, leen menos, ¿cuál es tu opinión?

-Yo pienso que hoy se lee más que nunca, pero no es literatura lo que se lee, se leen otro tipo de cosas. Se lee más porque hay más información. Pero los libros digitales que utilizan no son libros de lectura meditativa, que sirve para crecer y preguntarnos quienes somos,  son libros informativos. El libro, el bueno,  es entregado por el maestro, que conoce al lector, sus niveles de lectura, los temas que pueden importarle y que está al día de las grandes novedades, que en los libros contemporáneos no solo tienen que ver con la letra, sino también con la pintura y la ilustración.

El libro se ha de entregar y de una manera gratuita se deben fomentar en la escuela estadios donde se leen juntos,  se analizan y luego se recrean. También es necesario enseñar a escribir, relatos, poemas, es decir, son tres procesos. Estamos hablando además de la edad de la adolescencia. El alumno o la alumna tiene que escribir también, novela, relato…  y eso forma parte de las estrategia lectora. 

La escritora Mónica Rodríguez junto a Isabel de Pizpirigaña.

-¿Cómo se elabora el programa de las Jornadas? 

-Depende de muchas cosas.  Por ejemplo, este año ocurría que empezábamos el 31 de mayo;  yo sabía que ese día había nacido Walt Whitman,  el autor de Hojas de hierba, quien tanto influyó en la poesía contemporánea.  Pues partimos el primer día de un homenaje a Whitman que cambió las estructuras poéticas, abandonó los versos medidos e hizo versos libres, versos muy bíblicos para ser recitados, no leídos, sino recitados, rezados. También en momento dado nos puede interesar el tema, por ejemplo  que han de leer los niños pequeños, que deben leer antes de saber leer, así vamos viendo, y vamos viendo también novedades. Y luego también este año dedicamos una sesión a Christine Nöstlinger, que acaba de morir.

-Cada año aumenta el número de participantes que proceden, además, de todos los puntos de España. 

-Yo tengo que decir que esto vive,  vibra, que esto fermenta y crece y que la gente acude y acude sabiendo que  aquí no se viene a perder el tiempo, que hay horas y horas de atención.  Aquí se viene a aprender a atender  que ocurre alrededor de nosotros. 

Federico junto a la escritora y crítica Ellen Duthie.

-El plantel de invitados siempre es de gran altura, pero ¿a quién te hubiera gustado invitar y por una razón u otra no ha podido acudir?

-Yo quiero contestar una vez más que a Ana María Matute, que hubiera venido Rafael  Sánchez  Ferlosio, con quien me unía una gran relación (de hecho, yo me siento su discípulo), pero estaba enfermo el año que le invité… Bueno, han venido otros. Normalmente la gente me dice que sí. Yo aquí solo tengo un problema gordo, y es que las fechas coinciden con la Feria del libro de Madrid y las editoriales obligan a los autores a ir, pero hoy, como has visto, ha venido Andrés Barba y ha vendido muchísimos más libros que si hubiera ido a la Feria.

-Al echar la vista atrás y recapitular, ¿cuál es tu mayor satisfacción sobre lo aquí creado?

-La mayor satisfacción que tengo es que este lugar, un pinar, un lugar del bosque se ha convertido en un lugar sagrado. A este bosque han acudido los sacerdotes de la palabra, los maestros de la escritura. Esto se ha convertido en un templo, en un lugar de peregrinación porque aquí han estado las mejores voces, aquí se reclamado la presencia de María Zambrano, aunque ella no viniera, pero por aquí ha pasado mucha gente, muchas voces.  Aquí ha cantado Amancio Prada, eso no se olvida nunca;  ha cantado Javier Krahe, Luis Pastor, el Nuevo Mester de Juglaría;  aquí ha estado gente que ha venido a cantar, a gozar…Este lugar es sagrado porque aquí han venido voces respetadas, que hablan de otra manera e incitan a vivir de otra manera y así, entregar palabras, libros, sueños, misterios…

El poeta Raúl Vacas habla sobre Walt Whitman.

 

Cartel del XV Encuentro de Animadores a la Lectura en el Bosque de Riocantos

 

 

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